Deja de medir. Deja la cuantificación
Las pulseras y los gadgets cuantificadores que abundan en el mercado tienen una función muy práctica: ayduarte a coger hábitos. Una vez adquieres las nuevas costumbres… son inútiles.
Fui early adopter de FitBit y early dissident. La media de abandono (6 meses) es uno de los mayores problemas de estos gadgets . En mi caso, no dejé de utilizarla por no acordarme de ella sino por justo lo contrario: por tenerla muy presente y ser una distracción más.
Estos gadgets y la cuantificación te demuestran que «estás vivo» (que andas, que quemas calorías, etc.); no te ayudan a «sentirte más vivo». A corto plazo, positivos. A la larga, una preocupación y una distracción más.
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