Correr con o sin música es uno de los grandes dilemas que tiene este deporte, en el que en realidad solo se necesitan unas deportivas. Aunque más que correr con música o sin, es qué tipo de música ponerse, pero eso será otra historia.

Correr con música es más entretenido, distrae más. Pero también distrae más a la mente. Sí, te concentras en tu pisada y piensas en todos esos pequeños detalles de tu vida, pero ahí está la música siempre de fondo, distrayéndote.

Si escoges bien la música, te ayuda a controlar una velocidad y un ritmo que hayas preparado para esa sesión. Ahora bien, puedes morir a las dos canciones si éstas tienen unos cambios de tempo muy fuertes; a no ser, claro está, que tu entrenamiento sea de sprint + recuperación.

Si eres de los que tararean o cantan mientras corres, olvídate de entrenar una respiración adecuada. Ahora, será más fácil que lleves una sonrisa en la cara cuando corras (¡importantísimo!).

Y más y más factores que dependen de cada uno, ya que no es lo mismo ir a correr 20 min. sin música que 2 horas. Tampoco es lo mismo correr por la playa con el ruido del mar que el bullicio de una ronda en medio de la ciudad.