He tardado poco en estrenar la nueva ruta ‘properly’. La semana pasada probé junto a un amigo de ir desde Barcelona hasta El Prat. Esta segunda vez ya conociendo el terreno todo ha ido más suave.

En El Prat, después de 2 minutos 30 segundos de parón técnico, «recogí» a mi amigo y continuamos la ruta de la playa que pasa por el aeropuerto. 9 nocturnos km ayudados por luna llena como única iluminación y sin nadie en el camino hicieron del último tramo de mis 20 km en un paseo muy agradable.

Eché de menos las vibram five fingers. Salí a correr con las Asics y, como me pasaba antaño -si no eran las Nimbus, en distancias tan largas me aparece una ampolla. Así que definitivamente, relegaré las Asics solo a series de velocidad y las Vibram para todo lo demás no matter what.